Una enorme pila de libros en la que vivir junto a un parque

17/04/2007.- Ya decía Le Corbusier que "el propósito de la construcción es mantener las cosas juntas, mientras que el de la Arquitectura es deleitarnos". Esta reflexión se ha transformado en nuestros días, hasta el punto de que promotores, constructores y arquitectos parecen caminar de la mano y cada vez resulta más habitual encontrar el nombre de algún profesional de prestigio, nacional o internacional, tras algunos de los proyectos más emblemáticos desarrollados por las compañías promotoras.

La diferenciación se ha convertido en un objetivo atractivo en sí mismo y conseguir llamar la atención de los potenciales compradores es una meta que se ha llevado hasta el extremo y comienza ya por la fachada del edificio.
Una prueba de ello, que destaca especialmente por su plasticidad y colorido, es el diseño del despacho británico Aukett Fitzroy Robinson. Los arquitectos de este estudio han concebido un complejo residencial formado por dos rascacielos, que suman 90.000 metros cuadrados, y que albergarán apartamentos, oficinas y zonas comerciales. El conjunto, situado en pleno centro de la capital de Rumanía, se denomina Tineretului Park. Comparte nombre y apellido con el parque junto al que está ubicado, uno de los principales pulmones verdes de Bucarest, en el que se desarrollan de forma cotidiana actos culturales y deportivos de todo tipo.
El promotor de ambos edificios es Grupo Harmonía, una empresa española, que tiene previsto consolidarse en la zona con la promoción de cinco nuevos proyectos residenciales en Polonia y Rumanía, a los que tiene previsto destinar una inversión de 150 millones de euros. Su director general, José Manuel Pueyo, reconoce que "las posibilidades de inversión que ofrecen estos países son una buena oportunidad para poner en marcha nuevas iniciativas fuera de nuestras fronteras". La compañía cuenta con 125.000 metros cuadrados de techo edificable, de los que 55.000 se destinarán a viviendas y los 70.000 metros restantes a oficinas.
Los países del Este de Europa se han convertido en uno de los mercados con mayor atractivo para los promotores por su potencial de revalorización futura. Una prueba de ello es el exagerado número de proyectos de todo tipo que se están desarrollando en la zona.
La llegada de los fondos de cohesión europeos son un jugoso botín que nadie quiere dejar escapar, sin al menos tirarle los tejos. Además, la inversión prevista en infraestructuras en los países de la zona hace prever unas mejoras considerables en los sistemas de comunicación y transporte terrestre que incrementarán, aún más, las posibilidades de expansión del mercado local. Eso por no contar, con las previsiones de crecimiento demográfico propias de cada país, que ya arrojan un saldo más que interesante para la comercialización de las viviendas de las promotoras, independientemente de cuál sea su país de origen.