Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Diferentes municipios del Baix Llobregat están a la espera del visto bueno del Ministerio de Fomento para poder cubrir tramos de vía del tren o de carreteras que dividen los municipios en dos partes. Incluso se plantea la eliminación de un gran viaducto para sustituirlo por un túnel.
El soterramiento de la Gran Vía a su paso por l’Hospitalet ha sido el primer paso para deshacerse de las barreras que parten en dos el Baix Llobregat. La segunda fase requeriría soterrar esta misma carretera un poco más adelante, al otro lado del río, cuando la vía pasa a denominarse autovía de Castelldefels o C-31, dentro del término municipal del Prat.
En concreto se quiere cubrir la autovía haciendo pasar la ciudad por encima creando un paseo urbano de 86 metros de anchura que permita conectar el núcleo antiguo del Prat con el nuevo barrio del Eixample Nord. También se quiere cubrir en un futuro (dentro de unos ocho años) el tramo de Gran Vía delante del hospital de Bellvitge. Cuando se hayan ejecutado todas estas actuaciones habrá unos seis kilómetros de C-31 cubiertos y la entrada a Barcelona, viniendo del aeropuerto, se habrá convertido en un gran paseo urbano.
También se quiere cubrir la autopista B-23 a su paso por Esplugues de Llobregat. El Ayuntamiento ya ha presentado al Ministerio de Fomento la propuesta que establece el soterramiento de 2.200 metros de autopista. El proyecto tendrá un coste de entre 250 y 300 millones de euros.
Martorell también pretende olvidarse de la autopista. Por este motivo quiere eliminar el feo viaducto que cruza la población desviando la autopista AP7 hacia la izquierda para construir un nuevo puente sobre el Llobregat y un túnel de 1.570 metros de largo. La actuación supondría un coste de 231 millones de euros. En el espacio que ahora ocupa el actual puente se harían 1.380 pisos, 400 de ellos de protección oficial.
Pero el proyecto de soterramiento que lleva más tiempo esperando, más de 20 años, es el de las vías de Renfe a su paso por Sant Feliu de Llobregat. Las obras que han de empezar el próximo año se ejecutarán en tres años, costarán 55 millones de euros y ha de permitir cubrir 1.360 metros de vías y eliminar un peligroso paso a nivel. Encima de la parte cubierta se hará pasar el tranvía.