FIRMAS

Mensajes contradictorios

Redaccion | Lunes 20 de octubre de 2014
Crisis, ¿qué crisis? Esta pregunta era la frase que daba título a un disco de Supertramp hace ya más de 25 años. Y este título se lo podríamos también dar ahora a la situación actual del sector inmobiliario español.
Todos los días recibimos mensajes de descensos en la demanda de viviendas; de empresas que pasan problemas para afrontar sus pagos, como es el caso de Llanera Inmobiliaria; de porcentajes de empresas que van a desaparecer; de caída en bolsa de las inmobiliarias; y muchas más afirmaciones que pintan negro el futuro. Además, si nos atenemos a las estadísticas, en 2006 existieron unos ritmos aceptables de producción que se mantienen este año; aunque han disminuido las ventas en el primer semestre, y el crédito al sector inmobiliario creció un 25% en el segundo trimestre del año y superó la barrera del millón de euros.
Algunas empresas transmiten en privado su temor ante el futuro y no saben concretar cuánto durará este periodo de incertidumbre. Sin embargo, otras compañías destacan que ellos mantienen sus ventas con ligeros recortes. Está claro que el sector inmobiliario es un mercado atomizado y todo depende de la localidad en la que nos situemos para emitir un juicio sobre la situación actual. Y, como ejemplo, las afirmaciones realizadas por José Manuel Galindo, presidente de Asprima, que en la presentación del estudio “Estimación y caracterización de la demanda de vivienda en la Comunidad de Madrid por ámbitos geográficos (2006-2016)” realizado por la asociación, declaró que el ajuste real del segmento residencial no tiene por qué ser brusco y que los datos que manejan les permiten ser razonablemente optimistas.
Está claro que siempre hay un término medio para todo, pero lo que sí se debe transmitir al consumidor, sobre todo por las autoridades políticas, son mensajes realistas y no alarmistas y no crear falsas expectativas de caídas bruscas de precio que son las que provocan, principalmente, parones en el mercado inmobiliario.