Moneo demolerá el palacio de Lorite para ampliar en 4.736 metros el Banco de España

El Banco de España ocupará por completo la manzana que encuadra el paseo del Prado y las calles de Alcalá, Marqués de Cubas y Los Madrazo cuando se finalicen las obras de la tercera y última ampliación de su sede que va a llevar a cabo Rafael Moneo con un presupuesto de 19 millones de euros.
Con esta nueva ampliación, el Banco de España ganará 4.736 metros cuadrados, de ellos 2.171 sobre rasante, y todas las dependencias internas se destinarán a las nuevas necesidades creadas de acuerdo con su nueva etapa como miembro del Sistema Europeo de Bancos Centrales. Se espera que las obras finalicen tres años después de su comienzo.
La ejecución del proyecto llevará consigo la demolición del palacio de Lorite, adquirido por el Banco de España en 1950 y situado en la esquina de las calles Alcalá y Marqués de Cubas, junto a la sede de la entidad financiera. Este edificio fue construido entre los años 1919 y 1924 por encargo de la Banca Calamarte, y se encontraba desde 1980 bajo protección urbanística impuesta por el Ayuntamiento de Madrid hasta que en 1997 se levantó la catalogación arquitectónica que prohibía su derribo.
Al descatalogarse el edificio se ha retomado el proyecto que Moneo ideó hace 20 años y que había ganado el concurso público, al que habían sido invitados a presentarse un total de siete arquitectos, para llevar a cabo estas obras.
La solución adoptada por Moneo para ampliar las dependencias del banco supervisor "no supondrá ningún impacto ni agresividad a la estética de Madrid", según el conservador del Banco de España, José María Viñuela.
El proyecto de Moneo prevé la prolongación de la fachada bancaria a lo largo de la calle Alcalá y la construcción de un ala nueva achaflanada, de traza similar a la actual de la plaza de Cibeles. Este ala fue proyectada en 1978, si bien ha sido modificada durante el pasado año.
El arquitecto suprimirá unas hornacinas que había planteado en un principio y mudará los proyectados ventanales columnados por una enorme cristalera igual a la que ornamenta la plaza de Cibeles, según el trazado del arquitecto Eduardo Adaro cuando construyó el Banco de España en 1984.
El nuevo chaflán realineará la calle de Marqués de Cubas, retranqueada por el edificio de Lorite, y unificará naturalmente la línea de cornisa del Banco de España, que el palacio rebasaba en dos plantas y media.
Se trata de la tercera ampliación de la entidad supervisora, que ocupa una superficie de unos 100.000 metros cuadrados, después de las acometidas en 1927, con la prolongación de la fachada de Alcalá en dirección a Marqués de Cubas, y la comenzada en 1969, que cerró la construcción por las calles de Los Madrazo y Marqués de Cubas.