Metro: averías y sabotajes
Muchos usuarios piensan que las averías en el Metro de Madrid, que están de triste actualidad, se deben a deficiencias de funcionamiento, por falta de las necesarias inversiones en material y mantenimiento. La compañía, que reconoce las averías, ha denunciado que, en algunos casos, la causa se debe a sabotajes, es decir, fallos intencionados, provocados por acciones humanas directas y voluntarias, que no obedecen al deterioro por el uso de material rodante, ni a averías por cuestiones técnicas. Se trata de cables interiores en los radioteléfonos, cortados o arrancados, de desperfectos en los dispositivos que detienen el tren, y en los mecanismos de cierre y apertura de las puertas. La empresa ya ha denunciado diez de estos casos, producidos en las cocheras de Laguna y Canillejas.
Estos hechos denunciados, que no tenemos por qué dudar que sean ciertos, son muy graves. Suponen un atentado contra un servicio público esencial como es el Metro, y las consecuencias no las paga solamente la compañía, sino que repercuten sobre miles y miles de usuarios que vienen soportando, en los últimos tiempos, retrasos y averías que les hacen llegar tarde a su jornada laboral.
No faltan quienes señalan que estos hechos se producen significativamente cuando estamos inmersos en pleno proceso electoral autonómico y municipal. Lo importante es que, si hay sabotajes, se encuentre y castigue a los culpables. Y si hay deficiencias técnicas o problemas de mantenimiento, se subsanen cuanto antes.
El esfuerzo del gobierno regional en ampliar y mejorar las líneas del Metro es indudable. La reciente ampliación de la línea 2, la llegada a la Elipa, es una muestra más del crecimiento del transporte suburbano, vital para el desarrollo económico y social de Madrid y las poblaciones de su entorno. Cabría preguntarse, no sólo lo que sería Madrid sin Metro, sino también que sería de Madrid sin la ampliación de líneas. Esto no quiere decir que las quejas de los usuarios no deban ser atendidas, ni que actos vandálicos queden impunes.