pasaba por allí/Olga Heras
Cuentas pendientes
Los "ajustes" internos de IU-CM siguen pasando factura a sus dirigentes
El último en sufrir las consecuencias de una crisis que se mantiene latente desde la elaboración de las listas ha sido Carlos Gutiérrez, dimisionario ya del número dos al Ayuntamiento de Madrid debido a los problemas judiciales derivados de una separación matrimonial acaecida hace años. El precipitado abandono de Gutiérrez de la carrera electoral, producido tras hacerse público en un comité regional el auto judicial sobre el impago de la pensión a su ex mujer, ha destapado una vez más la caja de los truenos en la coalición.
El afectado y sus más próximos señalaron en principio como artífices de esta controversia a sectores críticos tanto con las listas elaboradas al Consistorio capitalino como a la Comunidad de Madrid, pero los entresijos de la crisis se aventuran más complejos a tenor de las diferencias surgidas entre el coordinador regional, Fausto Fernández y el nuevo núcleo de la llamada mayoría. El caso "Gutiérrez" tiene marejada de fondo. Por un lado, la problemática situación del actual coordinador general de Areas de la coalición madrileña era, al parecer, conocida desde hace tiempo por algunos miembros de la dirección de IU, entre ellos el propio Reneses, en cuyas filas se encuadra Gutiérrez, sin que se tomaran medidas al respecto, y por otro, los "intereses" que han acompañado a esta denuncia. Las espadas vuelven a estar en alto en Izquierda Unida por unas listas que han fracturado aún más a la organización.