Fernando Vigara

Los sistemas de PCI que se incorporan a los edificios e industrias, por imperativo legal, distan frecuentemente de satisfacer niveles de seguridad contra incendios contrastables, suficientes o razonables, y que estén de acuerdo con las tecnologías disponibles. Por el contrario, extintores, detectores, mangueras y demás, en ocasiones, parecen mero atrezo decorativo para justificar el cumplimiento normativo, y en ningún caso prestan los niveles de seguridad que el edificio y sus ocupantes precisan para garantizar su seguridad.
La pregunta típica que se hacen los ciudadanos cuando ocurre un incendio espectacular, como el del Edificio Windsor de Madrid es: ¿cumplía la normativa?, pero ¿qué normativa?, ¿la obligatoria en el momento de la construcción 30 años atrás?, ¿la de prevención de riesgos laborales, que habría obligado a tener actualizados los sistemas de prevención para evitar semejante catástrofe?
Afortunadamente, parece que nuestras autoridades se “van poniendo las pilas”, y el nuevo Código Técnico de la Edificación, en vigor desde el pasado septiembre, el Reglamento de Seguridad Contra Incendios en los Establecimientos Industriales de 2004 o la Ley de Prevención de Riesgos Laborales actualizada en 2003, impulsan la necesidad de diseñar, instalar y mantener vigentes los medios de seguridad contra incendios en nuestros edificios e industrias de forma que garanticen niveles razonables de seguridad contra incendios. Las exigencias que marca la ley no son fáciles de conseguir en una sociedad acostumbrada durante muchos años al cumplimiento normativo objetivo, como si el ciudadano no tuviera responsabilidad alguna sobre los riesgos que maneja o genera, y fuera responsabilidad exclusiva del Estado decir lo que hay que hacer, poner esto o lo otro, y si ocurre la desgracia: entre todos la mataron y ella sola se murió.
En su cuarto Congreso Bienal, la Asociación de Profesionales de la Ingeniería de Protección Contra Incendios (APICI), ha programado ponencias de los más brillantes profesionales internacionales y nacionales relacionados con las técnicas de prevención y seguridad contra incendios, para que, a través de las mismas y de los sucesivos debates, se permita el progreso necesario en el conocimiento de nuestros técnicos de las diversas administraciones, industrias, ingenierías, aseguradoras y empresarios, para que mejoren eficazmente los niveles de seguridad contra incendios en nuestro país.
Entre los ponentes más cualificados se encuentran autoridades de los ministerios de Vivienda, Industria, Trabajo y Transporte, distinguidos profesores de universidades internacionales, donde los conocimientos sobre la ingeniería de seguridad contra incendios se empezaron a impartir hace más de 50 años, y de los que se podrá aprender como analizar y sacar lecciones de los incendios más importantes ocurridos en el mundo, en los últimos años, tales como las Torres Gemelas, en Nueva York, el Windsor, en Madrid, o la Discoteca de Rhode Island. Y como diseñar la seguridad contra incendios de los edificios e industrias de forma que los niveles de seguridad sean contrastables y suficientes. Además, diversos fabricantes de productos de última tecnología en detección y extinción automática de incendios presentarán sus últimos desarrollos.
Sin duda este cuarto Congreso Bienal APICI contribuirá de forma sustancial, como lo hicieron los anteriores, a mejorar el conocimiento y la seguridad contra incendios de nuestras industrias, edificios y transportes.