Madrid está discriminada
Madrid es algo más que la capital de España. Es una región emblemática, que merece un trato más justo por parte del Gobierno central. El PSOE puede que tenga una espina clavada por haber fracasado en los últimos años de conseguir la presidencia del Gobierno regional y la alcaldía de la capital, pero no por ello debe desatender a la región de inversiones justas y necesarias.
En los actuales Presupuestos Generales del Estado, Madrid ha sido discriminada. Como ha puesto de relieve Esperanza Aguirre, en los presupuestos de 2007 no hay una sola obra pública del Gobierno de España en Madrid, pese a que el Ejecutivo recauda el 7% del Impuesto sobre la Renta de los madrileños, y el 65 % del IVA. Es algo que resulta irritante, cuando hay obras pendientes que son muy necesarias para la región, como la prolongación de la Radial 3, que se dijo se iba a realizar, y este año no se ha presupuestado, y la Radial 1, en la que el papel del Gobierno parece el perro del hortelano, que ni hace ni deja hacer al Gobierno madrileño.
Una Comunidad que se enfrenta con graves problemas de tráfico, y en la que la masiva llegada de inmigrantes agrava los referentes a Sanidad, Vivienda, Educación y Seguridad ciudadana, requiere una mayor atención por parte del Gobierno de la nación.
Madrid va a seguir creciendo, porque es una región dinámica, capaz de hacer frente a los desafíos de la globalización de los mercados, a la aplicación de nuevas tecnologías y al aumento de la competitividad. Pero necesita que el Gobierno central revierta parte de lo que los madrileños pagamos a las arcas del Estado. No es admisible que los madrileños sean injustamente discriminados. La acción del Estado debe estar por encima de intereses partidistas, o de discrepancias o enfrentamientos con los diferentes Gobiernos regionales. En sus relaciones con los gobiernos de las diferentes comunidades, y en temas fundamentales para la economía y el desarrollo de las diferentes regiones, hay que saber actuar por encima de cuestiones partidistas.