La flor del desierto emprende su camino hacia los 800 metros

A arquitectura de los pueblos nómadas del desierto nunca se caracterizó por sus grandes proporciones. Bien fuesen las tiendas temporales o bien las viviendas de adobe, todas las moradas se distinguían por su querencia a una horizontalidad que se hurtaba al viento ardiente. Sin embargo, la opulencia de los petrodólares y los avances en la edificación han hecho posible el aspecto actual de la ciudad Dubai, en la que cohabitan altos edificios. Entre ellos ya despunta la Torre Dubai, llamada a ser, con sus 800 metros, el rascacielos más alto del mundo cuando finalice su construcción, a finales de 2008.
La Torre Dubai es la pieza central de un ambicioso desarrollo urbanístico que supondrá la aparición de 30.000 viviendas, gracias a una inversión de más de 15.000 millones de dólares (11.800 millones de euros). El rascacielos es obra del arquitecto Adrian Smith, del estudio norteamericano Skidmore, Owlings and Merril (SOM). Se estima que sólo la torre costará 700 millones de euros. Su construcción está en manos de un consorcio internacional liderado por la coreana Samsung, la belga Besix y la firma local Arabtec.
Los trabajos comenzaron a principios del año 2005, con la preparación del terreno. El inestable suelo desértico fue reafirmado con un lecho de 110.000 toneladas de hormigón, en el que se plantaron 192 pilotes de 45 metros de profundidad por 1,5 metros de diámetro.
Una vez asentados los cimientos del rascacielos, en abril del año pasado comenzó la carrera por ganar altura. Samsung está aplicando un sistema de trabajo por el cual los 3.500 obreros, en su mayoría inmigrantes indios y paquistaníes, levantan un piso cada tres días.
Los retos para poder hacer realidad un proyecto de estas características son importantes. Uno de ellos es hacer compatible una construcción de esta envergadura con un entorno en el que las condiciones meteorológicas son adversas, con temperaturas diurnas cercanas a los 60 grados y con tormentas de arena. Adrian Smith recurrió a la naturaleza para buscar inspiración y dio con una solución eficaz en el reino vegetal. La estructura de la torre imita a las flores de la zona, pertenecientes a la familia de las Hymenocallis, cuyos pétalos están representados por los tres cuerpos del edificio. Cada uno de estos cuerpos se alza hasta alturas diferentes en una secuencia de terrazas orientadas en diferentes direcciones. La función de este sistema espiral, aparte de proporcionar vistas incomparables al Golfo Pérsico, es la de "romper" el viento y disminuir su roce con el edificio.
Además de las soluciones arquitectónicas, la perdurabilidad del edificio debe mucho al avance de las técnicas constructivas. Samsung está utilizando para su construcción un hormigón de resistencia extraordinaria (800 kilos por centímetro cuadrado). Este material es tan denso que los responsables del proceso de construcción han tenido que añadirle diversos aditivos para darle fluidez, ya que de otra forma ni las palas podrían haber penetrado en él.
Otro de los retos que ha tenido que afrontar la Torre Dubai es el de mantener en su interior un ambiente confortable a pesar del sol inclemente, sin convertir al edificio en un devorador de energía. Para lograr este propósito, el rascacielos estará cubierto por una doble capa de cristales especialmente fabricados para evitar el calor de la radiación solar. El aluminio y el acero también han sido tratados para potenciar su carácter reflectante. Además, se han adquirido equipos de recuperación de agua condensada por la humedad interior y el calor externo. Este agua se condensará para regar las zonas circundantes al edificio y para preenfriar el agua dedicada al consumo humano.
Todas estas soluciones pretender reducir el impacto ambiental de un rascacielos que nace con vocación de ser una ciudad vertical. Los 16 primeros pisos serán un hotel. Hasta el piso 37 habrá residencias de servicio. Del 38 al 72, se construirán apartamentos y del 73 al 108, residencias de lujo. Del 109 al 154 habrá suites corporativas y hasta el 159 equipos de comunicación.