PRESENCIA DE INVERSORES INTERNACIONALES
Stan Dickens
De conquistados a conquistadores. Si hace unos años la inversión de capital extranjero en el mercado inmobiliario español iba en aumento, ahora son los promotores españoles los que miran a otros países a la búsqueda de mayores oportunidades de negocio en mercados menos maduros que el nacional. Sin embargo, durante los próximos años pervivirán las dos corrientes en el mismo plano: el capital extranjero continuará apostando por España, aunque con inversiones más selectivas, y el sector español probará en mercados que ofrezcan un mayor recorrido.
Diversos informes y estudios muestran ya que los inversores internacionales han visto frenadas en los últimos tiempos sus expectativas de invertir en España, a pesar de las aparentemente favorables perspectivas de crecimiento en los alquileres y las plusvalías. Madrid y Barcelona continúan siendo el foco de atención internacional en cuanto a oportunidades de inversión. En el sector industrial y logístico, el inversor internacional considera otras localizaciones como estratégicas. En general, cuando hablamos de centros comerciales y de ocio, se tiene en cuenta todo el territorio nacional.
Pero esto no siempre ha sido así, los primeros inversores y promotores internacionales veían a España como un país con grandes oportunidades, pero no exento de riesgo. En consecuencia, la inversión se concentraba en Madrid y en menor medida, en Barcelona, lugares con mayor transparencia en la información y mayor disponibilidad de asesoramiento profesional.
Algunos de aquellos primeros inversores extranjeros que se atrevieron a salir más allá de las grandes ciudades a finales de los 80 perdieron mucho dinero. Es el caso de algunos promotores escandinavos en la costa del Sol, que debido a la caída de precios abandonaron muchos proyectos. El desarrollo de la inversión en otros mercados más avanzados y el nivel técnico de los profesionales internacionales eran una ventaja en un país como este, con un mercado inmobiliario más joven, por eso los beneficios esperados eran mayores.
En los últimos 15 años, la inversión y promoción extranjera ha tenido una posición importante en el mercado español. De hecho, algunos de los edificios más representativos construidos en este periodo se deben a ella. Actualmente, los inversores extranjeros reciben mayor competencia de los inversores locales, pero continúan emprendiendo proyectos innovadores. Aunque la ventaja competitiva de los inversores extranjeros se ha reducido, algunos de ellos han formado excepcionales carteras de inversión y hoy operan como empresas de inversión con profesionales españoles.
Los principales motores de la inversión extranjera son, actualmente, las perspectivas de crecimiento en las rentas y las posibles plusvalías. También juega un papel importante un régimen fiscal favorable y transparente. España se considera ahora como un mercado maduro y los inversores españoles están ganando peso fuera. Tanto a través de la compra de empresas del exterior como emprendiendo proyectos. Los promotores de producto residencial se han introducido con fuerza en países de Europa del Este: Polonia, Hungría, República Checa, y pronto Rumanía y Bulgaria. La lista de grupos inmobiliarios españoles que ya están en estos mercados es extensa. Pero aún queda por saber cuantos inversores españoles dejarán la comodidad del hogar para tomar posiciones en otros mercados menos desarrollados y con ciclos inmobiliarios en distinta situación. Mi pronóstico es que muchos más les seguirán.