Deudas y subida de tipos

La subida de los tipos de interés, que maneja el director del Banco Central Europeo Jean-Claude Trichet, no es todavía preocupante -las hipotecas están ya en el 5% o 6%, euroibor más uno o dos puntos- pero a los Juzgados de Primera Instancia de las grandes ciudades han comenzado a llegar ya sus primeras consecuencias.
Cuentan algunos jueces que muchos bancos, que hasta ahora habían dado plazos de gracia a sus clientes, han empezado a reclamar los impagos ejecutados durante el periodo 2002-2004, conscientes de que los morosos van a tener grandes dificultades para ponerse al día a pesar de las facilidades que les han dado en forma de plazos más largos o segundos créditos sobre sus actuales hipotecas.
Además, los subasteros, una especie que vivía antiguamente de sacarle jugo a la morosidad, se han modernizado y manejan grandes cantidades de letras hipotecarias (hipotecas cambiarias), que firman las familias que no pueden pagar los plazos de las hipotecas, y que incluyen intereses que rayan en la usura, puesto que oscilan en umbrales de entre el 25% y el 30%.
La última Ley Hipotecaria ha eliminado algunos abusos de las entidades bancarias y permite a los hipotecados de andar por casa pagar con mayores horquillas de flexibilidad las cuotas a las que no se puede hacer frente en los plazos establecidos, lo que ha supuesto un gran avance para que los españoles no pierdan sus viviendas.
A pesar de ello, la situación de los morosos se va agravando poco a poco a medida que suben los tipos de interés y, ponerse en manos de los usureros, aunque sigue siendo una alternativa desesperada, empieza a hacerse común entre la población. Por el momento, los bancos han hecho saltar las primeras alarmas. El departamento de Estudios del BBVA adelantaba ya que el índice de morosidad en las deudas contraídas con las tarjetas de crédito es cada vez más preocupante.