Crecer o morir
Los movimientos corporativos en el sector inmobiliario se cuentan últimamente por semanas y, a veces, incluso tenemos más de una operación en siete días. Tal ha sido el caso de los emprendidos la semana pasada por Astroc.
La inmobiliaria valenciana, que tan fulgurante salida a Bolsa protagonizó antes del verano, ha dado dos pasos más en su crecimiento y expansión por todo el territorio nacional. A la operación de compra de la inmobiliaria del Banco Sabadell, Landscape, se unió la adquisición del 60% de la promotora de Grupo Rayet. El objetivo de este último movimiento es ganar cuerpo y proyección nacional y aprovechar el conocimiento que tiene Rayet en el mercado inmobiliario. Las sinergias entre las dos inmobiliarias, ahora sólo una en el plano de la promoción, son evidentes y ha sido de vital importancia para la materialización del acuerdo por parte de Astroc, el que siguiera al frente de la gestión el actual equipo directivo con Félix Abánades y Sigfrido Herráez a la cabeza.
Si las empresas quieren mantener la competitividad en España y ganar fuerza para participar en el mercado internacional es evidente que tienen que tener el mayor cuerpo y dimensión posible. Se ha producido en los últimos meses una concentración en el sector inmobiliario, sobre todo por compras más que por absorciones, que confirman esta tendencia y se encuentran pendientes de que se materialicen las correspondientes OPAs en aquellas que cotizan en Bolsa. Todavía quedan en la recámara otras que pueden salir a la luz en los próximos días. Todas las que se han producido hasta el momento han sido amistosas.
El único movimiento corporativo en el que se ha librado una dura batalla es el producido en Metrovacesa, en el que los bandos encabezados por Joaquín Rivero y la familia Sanahuja mantienen su pugna por el control de la inmobiliaria. Ya veremos si las que tienen que venir son amistosas o no.