Simancas sorprendió a propios y a extraños
El líder del socialismo madrileño por apoyo directo del presidente Zapatero decidió que iba a cambiar el guión del debate y que si hace unos días dedicó casi toda su intervención en la Conferencia estatal del PSOE a hablar del urbanismo destructor y salvaje del PP, en la Asamblea y frente a su gran rival, Esperanza Aguirre, iba a dedicar a ese aspecto sólo 5 minutos, y el resto los dedicaría a repasar con meticulosidad de entomólogo todas y cada una de las actuaciones del Gobierno regional.
Sorprendió a propios y extraños, a los suyos, que temían el encelamiento de su dirigente con los desarrollos inmobiliarios de la Comunidad, y a los de enfrente que le esperaban con la escopeta cargada, tal y como demostró en su respuesta la presidenta Aguirre, que llevaba el guión preparado para contestarle con "los seseñas madrileños de los alcaldes socialistas".
El secretario general del Partido Socialista de Madrid y candidato a la Presidencia de la Comunidad parece que ha enterrado los fantasmas del 2003 y las traiciones de Tamayo y Sainz, que le privaron de gobernar y dejaron paso a la elección postrera de Esperanza Aguirre, y que ha decidido mirar al futuro. Está a la espera de su compañero municipal de candidatura (el misterio que guardan Zapatero y José Blanco) y confía en el desgaste general del PP, más que en el desgaste particular de la actual presidenta, que sigue mirando a la esfera nacional tanto o más que a la autonómica.
Simancas estuvo bien. Se mostró contundente en las críticas, con datos y moderado estilo parlamentario. Seguro que ha ganado puntos entre los suyos, que le temían más que a un nublado.
Tiene, ahora que trasladar esa imagen de gobernante a la calle, a los ciudadanos, una tarea mucho más difícil, dado que no sólo se enfrenta a dos pesos pesados del PP, con capacidad y ambiciones de llegar a La Moncloa, también se enfrenta a su propia dirección que no parece tenerle muy en cuenta a la hora de presentar una oferta sólida y con garantías para la Comunidad y el
Ayuntamiento de la capital. El ha cumplido, Les toca el turno a Zapatero, Rubalcaba y Blanco, el trio que tiene en sus manos el nombre secreto del candidato a la capital.