ASTURIAS.- 16/10/2006 Un prodigio de la ingeniería

Las obras de construcción del puente de la Autovía del Cantábrico (A-8) entre Soto del Barco y Muros de Nalón se enfrentan a uno de sus momentos decisivos. La colocación de la parte del viaducto que entraña mayor dificultad, puesto que el vano que debe salvar la estructura alcanza una altura considerable de 124 metros, hasta la pilastra más próxima. Este será el cuarto tramo entre vanos del puente, que consta de un total de 17 en el proyecto. El plazo para acometer la obra, de acuerdo con los calendarios oficiales del Ministerio de Fomento, es de cinco meses. El viaducto, de 1,1 kilómetros de longitud, estará fomado por tableros de acero de más de 700 toneladas de peso, 120 metros de largo y 25 de ancho. La técnica de montaje utilizada consiste en ensamblar las diferentes piezas del tablero en una caja habilitada para ello en el antepuente. Después de armar los tramos del tablero se impulsa toda la estructura con máquinas hidráulicas hasta la pilastra más próxima, en la que queda apoyado el peso.