A endeudarse tocan

El verano es tiempo de dispendios. No es sólo que el común de los mortales esté planeando cómo gastarse toda su paga y parte de la extra en una quincena de vacaciones, sino que también las empresas han decidido poner en movimiento sus recursos. Prueba de ello es la intensidad de los movimientos corporativos, que se extienden también a la Bolsa. Las operaciones se cruzan, acumulando cifra astronómica tras cifra astronómica. Pero, ¿de dónde sale tanto dinero?
Dicen los analistas que el mercado tiene gran liquidez. Esto es especialmente significativo en el sector inmobiliario, tras años de gran crecimiento. Sin embargo, la intensa actividad no acaba de explicar el súbito afloramiento de dinero. El Banco de España ponía de relieve recientemente que las empresas han sobrepasado a las familias en préstamos acumulados, por primera vez desde 2002. Tras un incremento del 22,8% durante los últimos doce meses, las compañías suman ya una deuda de 864.532 millones de euros con los bancos.
Movimientos como el asalto de Metrovacesa a Gecina están en el fondo de la necesidad de apoyo financiero. Pero esta tendencia, lejos de amainar, repunta. El recalentamiento del sector inmobiliario es leña para el fuego. Y si las compañías no temen al endeudamiento, sus directivos muestran un convencimiento parejo. Ahí está Joaquín Rivero con su órdago de dos mil millones de euros por el 24,3% de Metrovacesa.
Florentino Pérez tampoco se queda corto con su imparable ascenso en el accionariado de ACS. Su ansia compradora excede las posibilidades de su jugoso sueldo, así que ha tenido que recurrir al apoyo de su banco. Algunos opinan que su nombre es garantía suficiente para obtener créditos, aunque otros creen que su firma no valdría tanto sin la amistad de Alfredo Saenz, consejero delegado del Santander. Sin entrar en estas polémicas, Florentino mira al frente con ese brillo ambicioso de los que tienen un patrimonio de más de mil millones, aunque la mayoría sea aún del banco.