FCC redobla esfuerzos por consolidar posiciones dentro y fuera de España

El grupo constructor y de servicios tiene una agenda muy apretada de cara a los próximos meses. En todo este ajetreo corporativo Esther Koplowitz cuenta como compañero de trabajo con Miguel Blesa. El presidente de Caja Madrid acaba de ser nombrado consejero dominical de FCC en su junta general de accionistas.
Pero no es éste su único nexo con la compañía. Ambas empresas ultiman los detalles de la salida a Bolsa del 49% de Realia. La entidad cederá el 1% del capital de la inmobiliaria antes de la colocación para permitir que FCC se pueda anotar sus resultados al hacer el consolidado del grupo. Además, las dos firmas tienen pendiente la concreción de los pasos a seguir en la constitución de Alborada, la que se postula como tercera concesionaria de autopistas del país, y cuyo nacimiento será un hecho antes del verano. Para ello, han de encontrar un socio financiero que se haga cargo del 20% de la nueva sociedad. Aunque todavía no hay un nombre definitivo ya hay varios fondos de inversión que se barajan como firmes candidatos.

Compras en el exterior.- Austria, República Checa, Inglaterra y Alemania son los destinos de inversión de FCC. El consejero delegado del grupo, Rafael Montes, ha asegurado que "la estrategia de la empresa es la búsqueda de nuevos espacios donde implantar el modelo de crecimiento de la compañía". La compra de la empresa austriaca de servicios medioambientales ASA, por 224 millones, la adquisición de la checa SmVAK por 248 millones y la posible compra de la constructora austríaca Alpine Mayreder suman inversiones por valor de mil millones.
Pero la actividad corporativa de FCC no se restringe a la expansión territorial. También en el mercado doméstico tiene varias operaciones en curso. Entre ellas, la compra del 20% que aún no posee de Torre Picasso. Hasta el momento la quinta parte de este emblemático edificio de la capital estaba en manos de la familia Reyzabal dueña de la inmobiliaria Ason, a su vez propietaria del solar en el que se levantaba el edificio Windsor. Sin embargo, los Reyzabal ultiman la venta de sus activos, con el codiciado pedazo de la torre entre ellos. FCC ha asegurado que no está entre las empresas interesadas por Ason, aunque ya ha confirmado que negociará con los compradores hacerse con la totalidad del inmueble, una vez que la venta se convierta en realidad.