Una de reprobaciones

Una vez que los partidos políticos han designado ya los nombres de sus candidatos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid en las elecciones de mayo de 2007, empiezan las refriegas, que comenzarán, sin lugar a dudas, en las sesiones plenarias del Parlamento autonómico.

El PP ha elegido a Esperanza Aguirre, mandataria madrileña; el PSM, a su portavoz parlamentario, Rafael Simancas, e IU, a uno de los asesores del alcalde socialista de Getafe, Gregorio Gordo.

Aclarado el panorama interno empieza la batalla exterior, la de las declaraciones en los medios de comunicación. Todos sueñan con que sus palabras sean leídas, oídas y vistas por el mayor número de madrileños.

Simancas fija los objetivos y sus cargos públicos disparan. El primero de la lista, el consejero de Educación, Luis Peral, que tendrá que someterse a una reprobación, porque el PSM le considera el “máximo responsable del deterioro del servicio educativo en la región”.

El secretario general de los socialistas madrileños, recién proclamado aspirante a competir con Aguirre y Gordo en los comicios de mayo de 2007, echó más leña al fuego mediático y dijo que Peral, además de tener en contra a los sindicatos, a las asociaciones de padres y madres y a los enseñantes, está siendo generoso con los centros impulsados por la “secta” de los Legionarios de Cristo, cuyo fundador ha sido amonestado por la cúpula de la Iglesia Católica por supuestos abusos de menores. Después de que se debata esta propuesta, en el pleno del 1 de junio, otra similar, pero presentada por el PP, centrará la discusión de sus señorías.

La del PSOE será rechazada y saldrá adelante la del PP, que pide la reprobación del actual ministro de Defensa y anterior titular de Ministerio de Interior, José Antonio Alonso, por su responsabilidad en la “detención ilegal” de dos militantes del PP durante la manifestación de la AVT en la que el ex ministro de Defensa, José Bono, fue increpado por los manifestantes.

El portavoz parlamentario del PP, Antonio Beteta, muy enojado por el hecho de que el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, comparara a estos afiliados populares con la Triple A -Acebes, Aguirre y Aznar-,recordó la etapa socialista en la que actuó el GAL y poco más.

Cada uno con su fuego particular y los contrarios azuzando el de los contrincantes. En esa estamos. Pocos temas más fueron destacados por los portavoces de los tres grupos, en esta semana de inicio de actividad parlamentaria, después de la habitual semana inhábil, desde el punto de vista parlamentario.

Las reprobaciones no servirán para nada, excepción hecha de la posibilidad de que algún medio de comunicación de la cuadra mediática amiga o enemiga reproduzca las genialidades de los que hablan para aparecer en vez de para convencer. Y todo esto, ellos solitos, sin ayuda de nadie más. ¡Son unos monstruos¡