FAUSTO FERNANDEZ

P- ¿Cómo ve la política de enfrentamiento constante que vive este Parlamento regional debido a las tensiones entre PP y PSOE?
R- En Madrid todavía vivimos las consecuencias del tamayazo. El Gobierno presidido por Esperanza Aguirre ha llegado a la conclusión de que haga lo que haga no tendrá consecuencias electorales. Se benefició del golpe de Estado de Tamayo y cree que puede hacer lo mismo con otros asuntos. El Gobierno no pacta y pasa del consenso y de entrar en una dinámica de trabajo constructivo con la oposición. En esa lógica, la política desaparece y entra en escena el enfrentamiento. En este caso lo lidera el Gobierno de la Comunidad de Madrid, que está segmentado la sociedad de una manera muy peligrosa. La primera víctima es la política y la segunda, los ciudadanos, porque no se habla de resolver sus problemas sino de instrumentalizarlos.

P- ¿A quién beneficia esta dinámica?
R- A nadie. Yo, como ciudadano y lector de periódicos, he llegado a la conclusión, después de lo sucedido en torno a los homenajes a las víctimas del 11-M, de que hay quien piensa que la realidad es un elemento más y absolutamente prescindible. Para algunos, partiendo de que hubo cuatro atentados y casi 200 muertos, porque es indudable, todo lo demás es cuestionable.

P- ¿Qué papel juega IU en este panorama?
R- Un papel muy difícil. Aquí en la Asamblea de Madrid, cuando PSOE y PP confrontan nos quedamos sin espacio. Aunque tengamos una posición propia y diferente a ellos, como en el cierre de la Radial 1, donde el debate está en que la construya el gobierno central o el regional y nosotros defendemos que no es necesaria, nuestra voz queda tapada por el ruido mediático de las dos administraciones. Si seguimos así no sólo morirá la política sino también la pluralidad. En la lógica de esa confrontación nosotros somos otra de las víctimas. Pretendemos ser la izquierda que piensa en los ciudadanos y no sólo en arañar votos como sea.