Empleos precarios
Las manifestaciones de estudiantes, en París y otras ciudades francesas, contra la medida gubernamental en relación con el primer empleo de los jóvenes, ha puesto en el primer plano de la actualidad un problema que, en muchos aspectos, puede aplicarse a nuestro país. En las entrevistas realizadas en las calles parisinas con este motivo, pudimos ver como un anciano se solidarizaba con los estudiantes, y decía que no había derecho a contratar a los jóvenes trabajadores en precario. Ya añadía : “ A este paso vamos a acabar como en España, donde los jóvenes se ven obligados a vivir con sus padres hasta la jubilación”.
De estas palabras puede deducirse que en Francia consideran a España como un prototipo de país en el que los jóvenes tienen grandes problemas para emanciparse. Es posible que sea verdad, porque a los contratos adecuadamente denominados “basura” se añade el elevado precio de la vivienda, que sigue aumentando anualmente por encima de los dos dígitos, mientras la evolución de los salarios va muy por detrás.
Nunca como ahora ha habido tantas diferencias retributivas entre los que se incorporan al mercado de trabajo y los ya asentados en un empleo. Si tomamos como ejemplo la profesión de periodista, el sueldo del director venía a ser dos veces y media el del redactor principiante. Ahora, especialmente en el mundo televisivo, los ingresos de las figuras pueden ser cincuenta y hasta cien veces superiores a los de los jóvenes que se inician en la profesión. Si estos jóvenes quieren adquirir un piso, deberán dedicar el 80% de sus ingresos a pagar la hipoteca.
Así que los jóvenes podrían protestar también, no sólo por empleos precarios, sino también por sueldos precarios. Y menos mal que hasta el momento no faltan oportunidades de trabajo, no sabemos hasta cuando. El otro día me decía un amigo que en las obras de Madrid trabajan actualmente miles de personas, en buena parte inmigrantes. ¿Que será de ellos cuando acaben las obras? Es un tema que debe analizarse a fondo, con manifestaciones o sin ellas.