Azata, demonio ecologista
José Domingo Rodríguez Losada, presidente de Azata, se ha convertido en uno de los promotores inmobiliarios más “conflictivos” del panorama inmobiliario español. Ya durante la época en la que Ricardo Romero de Tejada compartía el cargo de alcalde de Majadahonda y secretario general del PP madrileño, dio que hablar por las frecuentes partidas de mus que compartían ambos, mientras Azata se convertía en la inmobiliaria favorita de ese Ayuntamiento y de otros de la zona.
Luego, Losada intentó hacerse con el Palacio de los Franco en Torrelodones, el famoso Canto del Pico, para construir un hotel, pero los técnicos de Patrimonio se lo impidieron. Ahora los activistas de Greenpeace han denunciado el hotel que está construyendo en la playa de Algarrobico (Carboneras), en pleno Parque Natural del Cabo de Gata. Allí el alcalde es socialista, lo mismo que la Junta de Andalucía que se lo ha permitido. Cualquiera que vea el majestuoso hotel en mitad de la playa, a escasos metros del agua, se estará “haciendo de cruces” sin entender cómo es posible que en pleno siglo XXI se puedan hacer tales barbaridades a la luz del día en el Mediterráneo español. ¿Qué estaban pensando los consejeros de Urbanismo y de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía?. ¿Nadie se lo chivó al presidente Manuel Chaves? ¿Qué hace el Ministerio de Medio Ambiente del Gobierno Central?
Pero, para rematar la faena, Azata es la promotora que quiere hacer una urbanización, La Alcazaba, en el municipio madrileño de Boadilla del Monte, para lo que tendrá que talar los árboles de uno de los encinares más antiguos y románticos de Madrid, cerca del Palacio del Infante don Luis, donde vivió la famosa Condesa de Chinchón. Al parecer, el proyecto fue aprobado hace muchos años y el alcalde actual, Arturo González Panero, no puede hacer nada, lo mismo que la Comunidad de Madrid, porque impedirlo costaría muchos millones de indemnización.