La Sagrada Familia de Gaudí abrirá al culto en tres años
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
Es el monumento más visitado de España y la obra maestra del arquitecto catalán Antonio Gaudí, pero está sin terminar, y no lo estará hasta dentro de veinte o treinta años. Al menos, eso es lo que afirman los responsables de la Sagrada Familia de Barcelona, quienes también han asegurado que podría abrirse al culto religioso en apenas tres años. Como paso previo a la apertura al culto, los responsables del templo tienen previsto cerrar el interior de la iglesia antes de 2008. El año pasado recibió la visita de más de dos millones de personas.
Para 2008, estiman que estarán completados los trabajos de cerramiento del interior del templo. Instalar el techo de la nave a la altura del crucero, del ábside y de la parte interior de la fachada principal, que actualmente están descubiertos, son pasos fundamentales para poder celebrar el culto en el interior del monumento. El presidente de la junta que coordina los trabajos, Joan Rigol, ha asegurado que estos trabajos son “determinantes para pasar de una obra en construcción a una obra completa”.
El proyecto de Gaudí ha pasado ahora a manos de Jordi Bonet. El arquitecto jefe de las obras asegura estar “avanzando en la preparación de la columnata y del cimacio de la fachada, después de que se hayan finalizado los muros de la parte de atrás, en los que se muestran los nombres de los patriarcas y los profetas”. Una de las novedades con las que contará será una imagen de 60 metros de altura de la ascensión de Jesús, obra de Josep María Subirachs. Este escultor es también el responsable de la fachada principal, en la que se representan los misterios de la pasión de Cristo. El arquitecto ha destacado, además, que, una vez colocados los cuatro pináculos de la uva y el cáliz de la nave central, el escultor japonés Sotoo los coronará con representaciones del pan y del trigo de la Eucaristía.
Entre 2004 y 2005, el patronato ha recolectado un total de 16 millones de euros para la finalización del templo, de los que la gran mayoría, 12 millones, se emplearon en la financiación de los trabajos desarrollados durante el pasado ejercicio. Por el momento, se ha llevado a cabo la limpieza y restauración de los interiores de las capillas de los ábsides, que aún permanecen cubiertas por los andamios que sirven de apoyo para la plataforma de las bóvedas, que ocupan una superficie de unos 300 metros cuadrados. El número de obreros que trabajan en el templo se ha triplicado en los últimos once años, y actualmente se acerca a 150 personas. En cualquier caso, la Sagrada Familia es una obra de altura, en la que “no por tener más trabajadores se va a terminar antes”, según confirman los encargados del proyecto.
El arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, ha destacado que, desde finales de abril, el patronato se ha reducido a quince miembros con la finalidad de hacerse más operativo. El objetivo, según Sistach, es “poder disfrutar lo antes posible en su totalidad de esta gran catequesis de piedra, que da testimonio de la vida y misterios de Jesucristo”.
El domingo 5 de junio, el monumento celebró su jornada anual de puertas abiertas, con la que las autoridades buscan acercarlo a la ciudad de Barcelona.