El búho/ Lope de Aguirre
Agua que no mueve molino...
Los hijos del fallecido escultor vasco Eduardo Chillida se han visto beneficiados por la decisión de la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, de bajar once metros la cota de altura de la presa de Castrovido que la Confederación Hidrográfica del Duero está construyendo en el río Arlanza, en la provincia de Burgos, ya que esta decisión ha salvado un molino realizado por el famoso escultor.
La anterior consejera de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, María Jesús Ruiz, ya expuso entonces en un pleno de las Cortes regionales sus “sospechas” de que esta decisión había sido tomada de forma consciente por la ministra para salvar esta edificación que el Ministerio ha calificado de “alto valor patrimonial”. La Comisión de Seguimiento de la presa de Castrovido, que reúne a representantes de los municipios afectados por el embalse y agricultores, entre otros colectivos, que preside Dositeo Martín, también cree que la decisión se debe a este motivo, principalmente.
Por el contrario, el molino ha servido de lugar de reunión de los grupos ecologistas que se oponen a la construcción de la presa.
En cualquier caso, la decisión del Ministerio de Medio Ambiente sobre Castrovido está generando mucha tensión en la zona, y ha supuesto la destitución de dos ingenieros de la Confederación Hidrográfica del Duero, José Ignacio Díaz Caneja y Ramón Pérez Cecilia, que no estaban de acuerdo con la decisión del departamento de Narbona, así como el cese del entonces director general de Aguas del Ministerio, Juan López Martos, que también se mostró contrario a la rebaja de la cota de agua.
La portavoz de Medio Ambiente del PP en el Congreso, María Teresa de Lara, ha interpelado a la ministra sobre la polémica levantada en torno a este tema y, en vista de la “nula disposición” de Narbona a contestar, según Lara, se ha propuesto presentar una nueva interpelación en el Parlamento. Mientras tanto, las obras de la presa están paradas.