La causa: el retraso en el pago de las obras
300 empresas auxiliares de la construcción cierran en un año en Asturias
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
Un total de 309 empresas auxiliares de la construcción han cerrado en Asturias en el último año por no poder cobrar las obras realizadas. Se trata de compañías pequeñas -familiares, en su inmensa mayoría- que prestaban sus servicios a grandes constructoras y que, debido al retraso de éstas a la hora de pagar, se han visto obligadas a abandonar su actividad.
La Fundación Laboral de la Construcción conoce bien este problema. Comenzó a detectarlo al descubrir que había empresas que habían dejado de abonarle la cuota. Ante esta situación, la Fundación se dirigió a los Juzgados de lo Social en Asturias para reclamar el pago y allí descubrió que, de ellas, más del 90% se encuentra en paradero desconocido o han cerrado.
El problema preocupa «seriamente» al grupo de la Industria y Servicios, perteneciente a la Confederación Asturiana de la Construcción (CAC). Su presidente, Eloy Alonso, así lo constata en la revista 'Ático'. «Estamos muy preocupados porque, en muy corto espacio de tiempo, hemos sufrido las gravísimas consecuencias de las suspensiones de pago». En este sentido, un informe que obra en poder de la CAC, cifra en varios millones de euros las deudas incobradas. Un dinero que las pequeñas empresas dan por perdido.
Sin embargo, según explica Alonso, «lo malo no es esto, sino que las previsiones para este año no son nada halagüeñas». En primer lugar, porque aún no se ha aplicado en España la directiva comunitaria para luchar contra la morosidad en las formas de pago y, en segundo, porque «no hay dinero ni ganas de invertir».
En este sentido, Alonso sostiene que, «salvo las inversiones en grandes infraestructuras -que poca leche dan para la mayoría de las empresas de esta región-, el Gobierno asturiano no apuesta por ellas». Por eso, el presidente del grupo de Industria y Servicios de la Construcción teme que su cartera de pedidos «se vea más reducida todavía». Es precisamente, esa escasez de contratos lo que ha provocado que las constructoras se retrasen en el pago y que las pequeñas empresas se hayan visto obligadas a cerrar «tras muchos años de lucha y esfuerzo», apunta Alonso.
Con estas perspectivas, las empresas auxiliares miran esperanzadas a la promoción privada, ya que, «en este caso, sí parece que se mantendrá el ritmo constante de crecimiento durante dos o tres años». Si a esta situación, añade Eloy Alonso, se unen los planes de vivienda de algunos ayuntamientos y los pisos que piensa impulsar el Principado, «es posible que seamos capaces de afrontar el ejercicio, aunque sea a duras penas». Y es que si se cumple el calendario de obras y fechas previamente establecido, que garantiza una inversión de 454 millones de euros en infraestructuras, la CAC espera que se pueda despejar el horizonte de la construcción.
La ilusión por crecer a pasos agigantados le ha durado tres años al sector inmobiliario. Ahora, después de un trienio de bonanza, la construcción puede entrar en recesión. Así lo aseguran la patronal y los sindicatos, que ven cómo se desvanece el periodo de expansión que nació en 2000, un año especialmente mágico para la edificación. Por aquel entonces, se construyeron nada menos que 13.390 viviendas y la carga de trabajo se hizo notar enseguida en las oficinas del Inem. Según un informe de Sadei, en sólo doce meses hubo 1.186 profesionales menos en paro y el número de desempleados se situó en 4.862. Esta cifra representaba una bajada histórica en comparación con los datos de la década pasada.
El 'boom' fue tal que la Fundación Laboral de la Construcción empezó a recibir más solicitudes que nunca de personas que deseaban orientar su futuro profesional hacia la edificación.
Ante estos datos, nadie ha puesto en duda que la construcción ha sido el motor de la economía regional desde que comenzó el milenio. Sin embargo, en 2003, empezó a ralentizarse. Los últimos datos del paro confirman esta tendencia. Si se compara el desempleo registrado en la construcción en el mes de abril con el que hubo en el mismo periodo de 2003, se comprueba que hay 808 profesionales más sin trabajo, lo que eleva la cifra total a 6.522. Esto es, 1.526 más que hace un lustro.