Se disparan los precios de los materiales
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
Hace dos meses que la Asociación Nacional de Industriales de Ferralla (Anifer) advirtió del riesgo de desabastecimiento de este tipo de estructuras en el mercado por la escasez de la materia prima con la que se elabora y la consiguiente subida del precio del acero.
Las previsiones de la economía mundial para 2004 son las mejores desde el cambio de siglo, un dato que esconde, por otro lado, grandes tensiones, como el fuerte encarecimiento de productos siderúrgicos. La gran demanda de países como China y la falta de medios para hacer una oferta que se corresponda con la situación actual provoca esta escasez y dispara los precios. Una de las consecuencias directas que se barajan para el mercado español es el peligro de que se paralicen durante unos meses algunos importantes proyectos de construcción, como los rascacielos que se están edificando actualmente en Barcelona.
El cobre ha registrado su precio máximo desde 1995; el níquel, desde 1989; el acero corrugado cotiza el precio más alto desde 1973 y el petróleo ha superado incluso los niveles previos a la intervención militar en Irak.
Las constructoras españolas deben esperar meses para recibir ciertos materiales básicos y, en el caso de que el abastecimiento no sea el problema, sí lo es sin duda la subida de los precios, que ha llegado a superar incluso el 70% en cuatro meses. Esta situación está provocando que las empresas se vean obligadas, en algunos casos, a modificar los proyectos de obra en la fase estructural. Así, un edificio de un tamaño ligeramente superior a la media, que precise unos 500.000 kilos de aero para la estructura, puede llegar a encarecerse para el constructor hasta 120.000 euros por efecto de la aplicación de esta subida al contratista.
Las patronales de la siderúrgica confían en que el precio del acero se estabilice a finales de año y que, durante estos meses, los proyectos que están en marcha no se vean demasiado afectados. En un comunicado conjunto, la Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid), la Asociación Española de Transformadores de Productos Planos Siderúrgicos (Transid) y la Unión de Almacenistas de Hierros de España (Uahe) han reiterado su compromiso con el mercado nacional y han garantizado el funcionamiento de todas las instalaciones a plena capacidad para hacer frente a la demanda, aunque también han recordado que se mantiene la incertidumbre sobre la evolución de los precios de las materias primas y del transporte.
El consumo mundial de acero ha pasado de 763 millones de toneladas en el año 2000 a 884 millones en 2003, con una previsión para este ejercicio de 936 millones de toneladas. La economía china, con un consumo estimado para 2004 de 290 millones de toneladas, acumula el 30% del total. A estos datos se suman la disminución experimentada en la oferta de países que han sido tradicionalmente grandes proveedores, como los del este de Europa, y la paralización de algunas fábricas de transformación de ferralla en España como consecuencia de la escasez de chatarra.