La plaza barcelonesa de las Glorias se convertirá en un nudo de transporte público

Josep Ferrer
Barcelona

El proyecto del equipo municipal para la plaza de las Glorias, que está a cargo del mismo arquitecto que la diseñó, Josep Antoni Acebillo, fija las directrices de las futuras reformas urbanísticas de superficie, aunque las propuestas sobre transporte público dependerán de las decisiones que adopte la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM), donde también están representados la Generalitat y Renfe.
Doce años después, el Ayuntamiento se decanta por derribar el polémico anillo elevado aunque, como ha admitido el alcalde de Barcelona, Joan Clos, “la sustitución de la actual plaza requiere una mejora sustancial previa de todo el sistema de transporte público que une Barcelona con el Vallés y el Maresme, combinada con una capacidad financiera de diversos operadores”. Por este motivo, la propuesta presentada no tiene fecha de ejecución: “2004, 2006, 2008”, pronostica el alcalde.
El plan de infraestructuras de la ATM prevé construir un intercambiador en Glorias, pero el que propone el Ejecutivo municipal cuesta el doble.
La principal novedad radica en la construcción de dos túneles para el tráfico de vehículos. Se harían entre las vías de Cercanías, situadas tres metros bajo el suelo, y el nuevo trazado de la plaza, que se levantará tres metros por encima.
El túnel de salida de Barcelona seguirá por la Gran Vía, mientras que el de entrada enlazará hacia la Diagonal, igual que se hacía antes de la reforma de 1992.
La actual rotonda de superficie, que distribuye el tráfico hacia las calles de alrededor, se mantendrá, aunque más alejada del centro de la plaza. La zona cubierta tendrá parque encima, así como los Encantes. El mercado de Bellcaire se reducirá en un 50% y quedará muy cerca del Consell de Cent.
El Ayuntamiento quiere convencer al Gobierno regional de que es necesario alargar el túnel de Cercanías que ahora enlaza la estación de Francia con la plaza para conectar con los Ferrocarriles de la Generalitat proyectados hasta Francesc Maciá. El Ejecutivo, no obstante, prefiere la opción del tranvía para este tramo del Eixample de la Diagonal.