La CNMV autoriza el pacto accionarial entre FCC y Veolia

La Comisión anunció recientemente que algunos pactos entre accionistas de sociedades cotizadas quedarán sin vigencia con la entrada en vigor de la nueva Ley de Transparencia Financiera, aunque sin especificar cuales. De hecho, la aplicación de la nueva normativa ha provocado la nulidad del los acuerdos en Cepsa entre SCH y Total.
Iberia, Bouygues y Aguas de Valencia, entre otras sociedades, tienen firmados también pactos de esta naturaleza. Fuentes de la constructora han añadido que a finales de mes está previsto que la CNMV se pronuncie caso por caso y que emita una declaración, que, en el caso de FCC, se da por seguro que será positiva al pacto hispanofrancés.
La disposición transitoria tercera de la Ley considera ineficaces todos los pactos posteriores a 1988 cuando las partes vinculadas fuesen titulares de una participación conjunta superior al 25% de los derechos de voto en la sociedad cotizada. En el caso de FCC el acuerdo afecta al 52,48% del capital, a través de la sociedad hólding conjunta B1998.

Veolia ha omitido pronunciarse sobre la repercusión de la nueva Ley en su acuerdo accionarial con Fomento de Construcciones y Contratas.
Vivendi Universal, aún primer accionista de Veolia (antigua Vivendi Environnement), cedió en abril de 2000 a su, entonces, filial de Medio Ambiente su participación del 49% en B1998 por 691 millones de euros, que le otorga indirectamente el 25,7% de FCC. Esther Koplowitz es la principal accionista con el 51% de B1998.
El acuerdo original fue firmado en octubre de 1998 con la sociedad matriz presidida entonces por Jean Marie Messier. Este pacto garantizaba la representación paritaria en los consejos de administración y en los comités ejecutivo de la constructora española y sus filiales. Cualquier decisión esencial adoptada por la sociedad requería de mayoría reforzada. Esta cláusula paralizó muchas iniciativas de la representación española de FCC.
Según los estatutos del acuerdo, Koplowitz cuenta con una opción de venta a Veolia de su 51% hasta julio de 2008 a un precio equivalente a la media de la cotización de FCC en los tres meses precedentes a la ejecución de la opción. Si FCC ejercitara esta opción, Veolia estaría obligada a lanzar una OPA por el 47,5% restante de FCC. El 8,6% está en manos de Acciona, que es el tercer accionista.

El pacto accionarial entre FCC y Veolia se asienta en una maraña de cláusulas, reformadas el pasado año, que intentan equilibrar los derechos y deberes de ambos accionistas. Los estatutos de la sociedad hólding prevén opciones recíprocas de tanteo en caso de cesión de cuota accionarial a otra compañía. En junio de 2002, Esther Koplowitz renunció a su derecho de compra sobre la participación de Veolia en el caso de que Vivendi Universal rebajara a menos del 50% su cuota en Veolia, una circunstancia que ya se ha producido. En contrapartida, la empresaria española se reserva el derecho de adquisición preferente de la parte de Veolia en la hipótesis de que la francesa sea objeto de una OPA hostil que afecte, al menos, al 25% de su capital y que provenga de un competidor directo de FCC en España. El coste para Koplowitz de ejercer este derecho equivaldría a la media entre el precio de adquisición de la participación por parte de Veolia (691 millones) y la cotización media de los tres meses anteriores a la OPA.
El presidente de FCC tiene un voto de calidad hasta diciembre de 2004, en caso de bloqueo de decisiones en el comité ejecutivo, que se convertirá en permanente si el volumen de negocio no alcanza una cifra determinada que no ha sido revelada.