Un auge de las reformas en España que seguirá creciendo en los próximos años con el impulso del Plan Estatal de Vivienda 2018-2021, aprobado por el Consejo de Ministros durante el pasado mes de marzo. Por primera vez en la historia, todas las viviendas que necesiten algún tipo de reforma podrán beneficiarse de este tipo de ayudas. Tradicionalmente, este tipo de beneficios sólo eran destinados a la rehabilitación exterior de las casas, pero ahora también incluirán aquellas llevabas a cabo en el interior de estas. De esta forma, se estima que unos 5,5 millones de inmuebles pueden ser incluidos en la categoría de ‘vivienda con necesidad de reforma’.
¿Por qué reformar una vivienda?
Los españoles suelen destinar sólo un 1,5% del presupuesto anual al mantenimiento del hogar. Un porcentaje que se antoja escaso teniendo en cuenta que el valor de las viviendas puede aumentar considerablemente si se opta por este tipo de reformas. De esta formas, las personas tienen que considerar este dinero como una inversión a medio y largo plazo, ya que no estamos hablando de un simple gasto perdido. Las cifras señalan que la revalorización de los inmuebles puede alcanzar el 20% en aquellos casos de que se ponga a la venta, mientras que se sitúa en el 30% si se destina al alquiler.
Actualmente, se reforma un millón y medio de viviendas en la geografía española. Cada vez son más las personas que deciden realizar distintas mejoras en el interior de la vivienda, especialmente con el objetivo de mejorar la facilidad de accesos o simplemente por mantenimiento después del deterioro con el paso de los años. En cualquier caso, el 32% de los propietarios ha optado por los baños como opción principal de reforma durante 2017. El gasto medio se situó entre los 2.500 y los 4.000 euros por reforma. Los dormitorios con un 29% y las cocinas con un 28% fueron otras de las opciones más populares entre los españoles.
La inversión en las reformas de las viviendas varía siempre en función del año en el que el propietario compró el inmueble. De esta forma, los que adquirieron una casa durante 2017 destinaron entre 30.000 y 40.000 euros, mientras que aquellos residentes con seis o más años sólo destinaron 8.000 euros. Unas cifras que sitúan el gasto medio en España en torno a los 13.000 euros, como se puede comprobar en los presupuestos reformas de Barcelona. Un dinero que procede principalmente de los ahorros, aunque también son frecuentes los préstamos bancarios y las herencias.