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La crisis del sector inmobiliario forzará a nuevas operaciones corporativas

La ralentización del sector abre nuevas oportunidades de inversión para las empresas con potencial

lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
22/11/2007.- Ha pasado cerca de un año desde que las grandes inmobiliarias movilizaron todos sus recursos financieros para acometer un proceso de concentración. La digestión de estos movimientos está siendo complicada por la ralentización del sector, pero eso no quiere decir que las época de las operaciones de fusión y absorción haya pasado. Las medianas y pequeñas se preparan para seguir los pasos de las grandes, si quieren sobrevivir a la moderación de la demanda.
A finales de 2006, seis operaciones corporativas prometían cambiar la faz del sector inmobiliario. Era el punto álgido del movimiento de concentración y la CNMV registraba varias opas que sumaban una inversión cercana a los 20.000 millones de euros. La financiación de esas operaciones y la ralentización del sector han detenido la aparición de nuevos movimientos de compra y fusión durante 2007, pero la pulsión hacia la concentración no ha desaparecido.

Fernando Martín, presidente del lobby de grandes inmobiliarias, lo anunciaba en una reciente conferencia. El empresario vallisoletano afirmó que en el "horizonte" hay operaciones corporativas de interés que "cambiarán el mapa sectorial y propiciarán oportunidades importantes". El presidente del Grupo de Inmobiliarias por la Excelencia y de Martinsa-Fadesa, llegó a vaticinar que "habrá próximamente operaciones corporativas muy importantes en el sector" que "propiciarán oportunidades" a las empresas.

La afirmación de Fernando Martín cogió de sorpresa a más de uno, que considera improbable que las grandes empresas puedan movilizar grandes cantidades de efectivo para llevar a cabo operaciones corporativas. Fuentes del sector muestran su escepticismo al ser preguntados sobre la posibilidad de nuevas fusiones, aunque dejan una puerta abierta: "si lo dice una persona tan informada como Fernando Martín, por algo será".

El consejero delegado de Reyal Urbis, Pedro Javier Rodera, no está informado de posibles movimientos. "No parece que sea el momento más apropiado, pero hay que tener en cuenta que hay muchas empresas inmobiliarias y muchas de ellas tienen balances muy sanos."
Diversas voces en el sector confirman que, pese a la crisis de financiación por parte de los bancos, todavía sigue habiendo capital para animar el mercado con nuevas fusiones, habida cuenta de que numerosas empresas de tamaño mediano (y no tan pequeñas) están buscando socios estratégicos para soslayar la ralentización.

El experto de Analistas Financieros Internacionales, Pablo Mañueco, coincide en que en los próximos meses se van a intensificar los movimientos de concentración. "El mercado está muy atomizado. Incluso las inmobiliarias más grandes tienen una cuota de mercado pequeña, lo que hace que la coyuntura actual haga insostenibles muchos proyectos empresariales", afirma.

A pesar de la cautela con que los bancos y demás entidades financieras miran ahora el sector inmobiliario, los analistas confirman que existen métodos alternativos para poder llevar a cabo movimientos corporativos sin necesidad de recurrir al mercado crediticio. "Las operaciones se pueden estructurar a través de alianzas, intercambios o autofinanciación con recurso a ejercicios posteriores", explica Mañueco.

Lo que está claro es que la crisis de la demanda está poniendo en apuros a ciertas empresas inmobiliarias, que han entrado en el estado de "vendibles". En este contexto, la ausencia de compraventas sonadas de empresas se interpreta como un respiro para ver el alcance de la ralentización. Una vez que se ha visto que el mercado no tiene otra posibilidad de reactivarse, los cazadores de empresas están al acecho de gangas y oportunidades que no pueden tardar mucho tiempo en salir.

Si los analistas afirman que a principios de 2008 el precio de suelo comenzará a disminuir por efecto de un aumento de la oferta, algo parecido cabe decir de las empresas. Mañueco cree que en breve aflorarán al mercado buenas ofertas. Aparte de que, presionadas por la caída actual de las ventas, muchas inmobiliarias rebajarán sus requerimientos ante posibles compradores.

Las empresas consolidadas son las que tienen más posibilidad de convertirse en imán de empresas en apuros, pero las medianas son también buenas candidatas para fusionarse y convertirse en actores más importantes dentro del sector. Según un experto, "es difícil que las pequeñas tengan recursos para afrontar operaciones entre ellas, pero las medianas y grandes sí que pueden. Para las medianas, de hecho, es recomendable, ya que además de ganar tamaño, se diversificarán".
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