Toda España cabe en un bosque de chopos

Los visitantes que caminan estos días bajo el sol inclemente de Zaragoza, recorriendo la Expo del Agua, agradecen un poco de sombra y un respiro. Ambas cosas las encuentran bajo el alto techo del Pabellón de España, que recibe amable a los que resisten largos minutos haciendo cola. Atrás quedan los rayos ardientes, mientras el transeúnte se sumerge en la atmósfera umbría de un bosque de columnas. La imagen no es un recurso estilístico, ya que su diseñador, el laureado Patxi Mangado, define su obra como una arboleda pétrea, "un espacio natural tan sencillo y sin embargo tan rico, donde la luz que traspasa los altos árboles y el ruido del agua nos transporta a una experiencia que hoy, por falta de tiempo, es vista casi como un lujo".

Entre todos los alardes arquitectónicos de la exposición internacional, el pabellón creado por Mangado sobresale. No es sólo por su carácter emblemático (no en vano representa al país anfitrión de la muestra), sino por el carácter de sus líneas puras, que dan al conjunto un aire innovador y optimista, en palabras de su creador.

El diseño se inspira en las plantaciones de chopos, habituales en las riberas del Ebro. Un bosque de pilares cerámicos rodea el conjunto, tamizando la luz y sosteniendo una cubierta elevada que suma una superficie expositiva de 2.315 metros cuadrados, sobre una parcela de 8.000 metros cuadrados. El espacio interior ha sido mimado tanto como la eficiencia energética. No podía ser para menos, si tenemos en cuenta que la Expo 2008 ha hecho del medio ambiente, y en particular del agua, su leit motiv.

El pabellón exhibe con orgullo un microclima benéfico, a salvo de la inclemencia solar del exterior. El mecanismo para lograr esta atmósfera imperturbable es el la integración de energías renovables, que logran una climatización barata y respetuosa con el medio ambiente. Así, los pilares aparecen forrados de material cerámico, un elemento bien conocido por sus propiedades aislantes.

Asimismo, la cubierta integra multitud de elementos relacionados con la investigación de energías renovables: colectores solares, acumuladores de agua de llluvia, paneles fotoeléctricos... Esta gran superficie permite también graduar la iluminación mediante el reflejo de la luz sobre los pilares y las superficies cubiertas por agua en la base interior del pabellón.

Por otra parte, los forjados se han construido con vigas de madera compuestas de virutas recicladas, que se colgarán de la cubierta y sólo se apoyarán en los pilares. La fachada del edificio contendrá tabiques móviles y grandes superficies de vidrio, que aportarán versatilidad a los diferentes usos de pabellón, orientados a mostrar lo que está haciendo España por fomentar un consumo responsable del líquido elemento. La empresa responsable de esta obra de ingeniería fue la constructora San José, que se adjudicó un proyecto presupuestado en 18 millones de euros.