Horarios irracionales
Parece que son mayoría los que opinan que los horarios laborales en España son irracionales y atentatorios contra la productividad. El Presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles ha manifestado que con los actuales horarios se hace difícil conciliar la vida personal, familiar y laboral.
En Madrid son muchos los trabajadores que necesitan una hora o más para trasladarse de su lugar de residencia al de trabajo. Con la jornada partida se encuentran ante la disyuntiva de volver a sus domicilios con el tiempo justo para comer, lo que es agotador, o hacerlo en la proximidad del lugar de trabajo, que es una forma de despilfarrar el tiempo. Por otra parte, la uniformidad de la jornada laboral provoca problemas de circulación, con atascos que fatigan a los empleados antes de iniciar su jornada laboral, y repercuten en su productividad. Ya no hay apenas pluriempleo, y no por falta de ganas, sino por imposibilidad física. Se habla de los problemas que representa la variación de horarios.
Hay una irrefrenable tendencia, por parte de las empresas, a equiparar las horas-asiento con las horas-rendimiento. Hay trabajos que exigen una atención plena, como los que se desarrollan cara al público, pero en otros lo importante es lo que se hace, por encima del tiempo que se tarda en hacerlo.
Si se estima que la jornada continuada y los horarios flexibles son algo beneficioso para trabajadores y empresas ¿por qué apenas se aplican? Deberíamos tomar nota de lo que sucede en países de nuestro entorno, donde la jornada continuada es la regla, y no la excepción. Aquí la conciliación de la vida laboral con la familiar es cada vez más difícil, especialmente para las mujeres trabajadoras que son a la vez madres de familia, y que se convierten en heroínas a la fuerza. La realidad pone de manifiesto que los los españoles estamos a la cabeza en horarios prolongados, y a la cola en productividad. Por algo será.