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Rivero y Sanahuja emergen de su pulso en un sector marcado por la ralentización

La financiación es el asunto más urgente que tienen que resolver ambos empresarios a corto plazo

lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
12/12/2007.- Estos días se consuma la escisión de Metrovacesa en dos empresas gemelas, comandadas por Joaquín Rivero y Román Sanahuja. Estos dos pesos pesados del sector inmobiliario han pasado cerca de dos años batallando entre sí y repartiéndose los activos de la inmobiliaria más grande de la zona euro. Ahora, culminado casi el proceso, ambos empresarios quieren retomar la actividad inversora. Sin embargo, el panorama sectorial ha cambiado radicalmente.
Una semana. Ese es el tiempo que queda para la celebración de la junta extraordinaria de accionistas en la que se escenificará la ruptura entre Joaquín Rivero y Román Sanahuja. El traspaso de la presidencia de Metrovacesa será un hito de gran significado simbólico en la recta final de la escisión de la inmobiliaria en dos empresas clónicas, que aspiran a desbancarse en la consecución del liderato del sector.
Exceptuando la enorme operación acometida por los Sanahuja en Londres, en septiembre de este año, los máximos accionistas de Metrovacesa han estado ausentes del sector durante su apogeo. Ahora, encauzada ya la división de la inmobiliaria, tanto Rivero cono Sanahuja han despertado en una realidad que dista mucho de la de principios de 2006, cuando entablaron combate.
Tanto Metrovacesa como Gecina deben recuperar el tiempo perdido en la confrontación. Ambas empresas han anunciado su propósito de afrontar compras para afianzar su posición. La duda está, sin embargo, en si podrán conseguir financiación en la actual coyuntura.
Muchas competidoras españolas están en la tesitura de afrontar compromisos de pago en un momento en el que la demanda residencial está estancada y la valoración de los activos se ha revisado a la baja. Para complicar la situación, muchas de ellas arrastran grandes deudas, herencia de los últimos movimientos corporativos.
Fuentes del mercado aseguran que ni Rivero ni Sanahuja tendrán que penar por la búsqueda de financiación, contando incluso con los recelos de la banca hacia el sector inmobiliario. "Los bancos han hecho buenos negocios con los dos empresarios. Cuentan con credibilidad dentro del sector", afirman estas fuentes, que ven más factible conseguir el apoyo de inversores institucionales que crecer mediante apalancamiento.
A pesar de contar, de partida, con la confianza de los grandes fondos, las casas de análisis no aconsejan a sus clientes entrar en ninguna de las inmobiliarias. Nuria Álvarez, de Renta4, cree que lo más recomendable, hasta que se aclare el futuro de ambas firmas, es acudir a las opas que han formulado tanto Rivero como Sanahuja.

A por el patrimonio.- En previsión de la ralentización del mercado, Metrovacesa comenzó hace un par de años a apostar por el patrimonio, en detrimento del residencial. Esta línea de acción, iniciada por Joaquín Rivero, será continuada por Román Sanahuja, como demuestra la mencionada apuesta por la sede del HSBC, en Londres.
Gecina está menos expuesta al parón inmobiliario que Metrovacesa, gracias a su vocación estrictamente patrimonialista. Para Mikel Echavarren, consejero delegado de Irea, "Metrovacesa, a pesar de la apuesta que realizó hace tres años por centros comerciales y proyectos terciarios, necesita todavía hacerse con una masa crítica patrimonial. Requiere edificios relevantes y los necesita rápido".
Al mismo tiempo que crece en activos en renta, la empresa de la familia Sanahuja no puede desentenderse de su rama residencial, que le proporcionó 336 millones de euros en los nueve primeros meses del año. A pesar de haber incrementado sus ingresos un 38,9% por este concepto, la caída de la demanda perjudicó de manera significativa las ventas comerciales, que se bajaron un 47,3% hasta septiembre. "La empresa tiene que potenciar las labores de márketing para recuperar el nivel de preventas, si no quiere que sus cuentas muestren el bache, en un periodo no superior a tres años", recomienda Nuria Álvarez.

Con la vista puesta en Europa.- La escisión de Metrovacesa en dos ha hecho que la empresa que domina Joaquín Rivero tenga la mayor parte de sus activos en Europa. Este empresario a recuperado la marca Bami para canalizar sus inversiones en España, aunque los expertos están seguros de que dedicará una gran atención al mercado europeo. Desde Renta4 tienen claro que la fórmula para sobreponerse a la atonía del mercado nacional es simple: apuesta por el mercado internacional y diversificación.
Mikel Echavarren afirma que "hoy en día, España es un destino caro para invertir, pero en Europa aún hay grandes oportunidades". Sin embargo, para sorpresa de los analistas, Metrovacesa ha destinado una gran cantidad de fondos al mercado inglés, aceptando unas rentas calificadas como bajas. "Los Sanahuja no son novatos en estas lides. Si han aceptado esta situación seguro que tienen buenas razones para ello. Quizá puedan modificar las condiciones contractuales o cambiar de inquilino", aventuran desde el sector.
En el otro lado, Gecina también ha estado reforzándose en el último año, aunque debido a su perfil patrimonialista, muy centrado en las oficinas, el rumbo tomado le ha llevado a incrementar su peso en inmuebles logísticos, hoteleros y sanitarios. En los nueve primeros meses del año, esta partida logró unas rentas de 34 millones de euros. Si bien cuantitativamente aún supone poco para la cifra total de negocio, esta rama duplicó su peso durante el periodo analizado.

Las grietas llegan al Consejo.- Tras la escisión de Metrovacesa y Gecina, ambas empresas tienen altas metas. Los Sanahuja prevén cerrar el año con activos valorados en 13.587 millones de euros, tras un plan de patrimonialización de la sociedad que incluye aportar activos de su propia firma, Sacresa. Esto convertirá a la nueva compañía en la primera inmobiliaria de España, por delante de Fadesa, Colonial y Gecina, y la quinta de Europa por detrás de Rodamco, Land Securities, British Lan y Foncière.
Por su parte, Gecina pretende invertir hasta 2012 cerca de 4.700 millones de euros para consolidarse al frente de las patrimonialistas europeas. Para lograr este objetivo Joaquín Rivero contará con el apoyo de gran parte del Consejo de Administración de la antigua Metrovacesa, empezando por Ignacio López del Hierro, Manuel Gracia Barba o Emilio Zurutuza. Del lado de los Sanahuja, permanecerán en la empresa Jesús García de Ponga, como consejero delegado, y José Manuel Lara Bosch, entre otros.
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