El sector pide otro sistema de tasación para evitar las turbulencias financieras
Las últimas correcciones bursátiles abocan a minusvalías a los que vendan sus acciones inmobiliarias
lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
10/01/2008.- El nuevo año ha comenzado con nuevas bajadas en la cotización de las principales empresas del sector, arrastradas por la debacle de Colonial. El criterio de valoración de activos que recoge la nueva Ley del Suelo está provocando importantes desajustes en las inmobiliarias. Las entidades de crédito, especialmente las cajas de ahorro, temen que estas turbulencias también les afecten, dado que fueron las financiadoras de estas operaciones.
El lobby conformado por las grandes empresas del sector han mantenido reuniones con los principales dirigentes del Gobierno para debatir soluciones. Primero fue con la ministra y su equipo, y más tarde con David Taguas, director de la oficina económica de Presidencia.
A la espera de que estos contactos fructifiquen, el sector está funcionando gracias a la aplicación benévola de los criterios de tasación, pero eso no es obstáculo para que las promotoras noten una presión cada vez mayor a su labor. Parte de esta presión viene de los mercados bursátiles, cuyo nerviosismo ha influido en la retirada de los inversores.
La violenta caída de la cotización de Colonial, en los últimos días de 2007, arrastró a todas las demás inmobiliarias. Se estima que en las últimas dos semanas el sector se ha dejado en el parqué cerca de 10.000 millones de euros. Una gran parte de este "mordisco" lo han sufrido las carteras de los propietarios de las empresas, que son los principales accionistas.
Un ránking de pérdidas.- El mayor retroceso ha sido para Luis Portillo, que desde el 27 de diciembre ha visto cómo las acciones de la empresa que presidía perdían un 40% de su valor. Le sigue en la lista de pérdidas Alicia Koplowitz, también accionista de Colonial. El via crucis navideño también afecto de forma directa a Renta Corporación y a Astroc, cuyos principales accionistas afrontan pérdidas millonarias, paliadas en cierta medida por una cierta subida, tras comunicar más detalles de su proyecto de fusión con Landscape y Rayet Promoción.
Los analistas en Bolsa estiman que la peor parte de la corrección ya se ha producido y que, en este sentido, las empresas pueden respirar aliviadas. Sin embargo, estas fuentes reconocen que los mercados siguen nerviosos y que se mantiene el recelo a todo lo que tenga que ver con el negocio del ladrillo. En este sentido, las previsiones apuntan a que la recuperación de las cotizaciones se producirá a medio plazo, quizá tras las vacaciones de verano.
En todo caso, la resolución de la actual situación de falta de liquidez pasa por una mejora de los mercados financieros, cuya crisis de confianza fue el detonante de que los bancos cerrasen el grifo para financiar nuevas operaciones. "El análisis fundamental del sector inmobiliario en Bolsa pone de relieve que no se deberían producir nuevas correcciones. Si la situación económica mejora, a partir de ahora la evolución bursátil de cada empresa dependerá de la situación financiera", afirman desde Analistas Financieros Internacionales.
Respecto a la situación económica, la consultora internacional Merrill Lynch ha pronosticado que la economía española sufrirá con mayor fuerza a lo largo de 2008 los efectos de las turbulencias financieras al igual que la recesión prevista para Estados Unidos, aunque considera que España cuenta con margen suficiente para afrontarla mejor que otros países con los que convive en la Unión Europea.
"Aún queda mucho por venir" en España, comentó el director de inversiones para Europa, Oriente Medio y África (EMEA), Gary Dugan, aunque precisó que también es el momento de distinguir entre los países que están mejor preparados para afrontar esta situación, como España y Alemania, y los que lo pasarán peor y tendrán que lidiar con mayores dificultades, caso de Francia e Italia.
Dugan cree que a lo largo del presente año España protagonizará un escenario de mayor caída de los precios de la vivienda, con las entidades financieras limitando la concesión de créditos, que pondrán al sector inmobiliario en problemas.
En esta situación, la revisión de los criterios de tasación de activos que recoge la Ley del Suelo resulta prioritario para poder afrontar las necesidades de caja que tendrán las inmobiliarias. La modificación que han solicitado tanto las entidades bancarias como las grandes inmobiliarias permitiría además a estas últimas recuperar parte de su interés para los inversores, que huyeron de este sector al ver recortada la valoración de los activos.
En la actualidad, las sucesivas caídas de las inmobiliarias en Bolsa han establecido la cotización muy próxima a la valoración real de los activos, lo que ha sido calificado como positivo para los expertos en Bolsa.