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Otra 'chincheta' clavada en el mapamundi del dinero

Business Bay es una nueva área de negocios de Dubai que albergará el edificio One

lunes 20 de octubre de 2014, 14:42h
05/09/2007.- Las instalaciones de este centro de negocios en la ciudad de los Emiratos Árabes aspiran a convertirse en las más avanzadas tecnológicamente del mundo en el segmento de oficinas.
Dubai se ha ganado, ya desde hace tiempo, el estatus de capital financiera del mundo árabe. Es el lugar donde se mueven todos los asuntos económicos y también mediáticos que afectan a esta región del mundo. En consecuencia con esta consideración, parece que las autoridades de la ciudad y aquellos que llevan allí sus negocios, se han empeñado en darle a la urbe el aspecto de lo que es: un centro económico de orden mundial; el Manhattan de Oriente Medio.
De este modo, están naciendo multitud de proyectos arquitectónicos singulares en la ciudad. La cantidad de edificios emblemáticos en construcción o recién terminados en la zona es tal, que podría hacerse una publicación mensual dedicada a ellos, sin miedo a que se terminaran los temas a tratar a largo plazo. One, situado en el área bautizada como Business Bay (palabras que aportan el "apellido" a esta construcción) es uno de esos edificios. Uno de esos inmuebles que, en caso de construirse en cualquier otra ciudad, supondrían un auténtico acontecimiento, por su belleza o, al menos, por su originalidad. En Dubai, sólo es uno más entre decenas. Sólo en esta nueva área de negocios la promotora de este proyecto, Omniyat Properties, está construyendo seis edificios más de varias categorías (hoteles, centros comerciales, residenciales).
One Business Bay ha sido denominado como un edificio Oyster: Offices Yielding Superior Targets Through Efficiency and Relaxation. Un edificio de oficinas, que persigue la excelencia en términos de eficiencia y relax para sus ocupantes. El inmueble ha sido diseñado por el estudio de arquitectura alemán Kling Consult GmbH y contará con una superficie de cerca de 80.000 metros cuadrados de oficinas. Además, dispondrá de restaurante, tiendas, salón de belleza y peluquería, lavandería, banco, agencia de viajes y hasta salas de rezo para sus ocupantes musulmanes.
La compañía asegura que el edificio contará con una tecnología "capaz de comunicarse con los usuarios en sus propio lenguaje; un ambiente en el que estos podrán interactuar con las máquinas del mismo modo en que lo hacen con las personas: hablando, moviéndose, apuntando o gesticulando". Según Omniyat, esto se conseguirá por medio de lo que ellos denominan como cybertecture (palabra que mezcla los conceptos de arquitectura y cibernética). De manera que los promotores no se han conformado con desarrollar un edificio espectacular y singular, sino que han querido también que se convierta en el lugar de trabajo más cómodo y tecnológicamente avanzado que sea posible. Aunque, con este tipo de complejos, podría ponerse en cuestión si realmente quieren facilitar la vida a los trabajadores que desarrollarán su labor en el interior o lo que pretenden es que no abandonen las instalaciones con la excusa de hacer cualquier gestión, reduciendo así el tiempo de absentismo laboral. En palabras de Mehdi Amjad, presidente de la promotora, "un lugar de trabajo que la gente no quiera abandonar".
Está previsto que la torre de Omniyat esté concluida en el segundo trimestre del próximo año. La superficie de cada una de las 30 plantas con que cuenta el edificio, se va incrementando a medida que estas están más altas. De este modo, el primer piso dispone de una superficie de 774 metros cuadrados, mientras que la planta 30 cuenta con 1.420 metros cuadrados.
El coloso, uno de los que conformarán la nueva "bahía de los negocios" de Dubai, se convertirá en otro representante más de la riqueza que acumula este área del planeta. En pocos años, la zona puede convertirse en un foco de atracción turística, como también lo han sido otras áreas de negocios: Manhattan en Nueva York, La Défense en París o Ginza en Tokyo. Nace, al menos, con esa ambición. La de convertirse, como muchos otros edificios, en representante de la riqueza y la prosperidad de una ciudad levantada a golpe de petrodólar. Por el momento, el oro negro sigue generando riqueza y demostrando su póder. De aquí a unos años, habrá que ver, en caso de que no puedan ser ya las petroleras, cuáles son las empresas que se instalan en estas montañas de cristal que se clavan en el terreno, igual que chinchetas en un mapamundi, señalando dónde están el dinero y el poder.
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