Impuestos y multas

La Presidenta de la Comunidad madrileña, Esperanza Aguirre, es una persona coherente con su ideología liberal, en la mejor expresión de este concepto. Cree y defiende que el crecimiento económico es perfectamente compatible con la bajada progresiva de impuestos, y lo aplica. La Presidenta ha dicho que quiere reforzar la imagen de Madrid ante el resto de España, Europa y el mundo, como una Comunidad acogedora y atractiva con los inversores. Y anuncia que los madrileños van pagar un 1% menos en el IRPF, lo que no tiene precedentes, y que el Impuesto sobre el Patrimonio se va a reducir paulatinamente hasta su supresión en 2010.
El Impuesto sobre el Patrimonio, creado en tiempos de Fernández Ordóñez al frente del Ministerio de Hacienda, se implantó con carácter transitorio, pero la transitoriedad se está prolongando demasiado. Sirvió para hacer aflorar patrimonios que estaban más o menos ocultos, pero se ha convertido en algo injusto y anacrónico.
Este anuncio de Aguirre es un respiro en un panorama económico cada vez más preocupante, con los precios caminando muy por delante de los salarios. Y para preocupaciones, la de los automovilistas madrileños, que no ganan para impuestos y multas.
Nada que oponer a las multas, cuando son justas y proporcionadas a la infracción. Pero que los ingresos por multas del Ayuntamiento madrileño se hayan multiplicado por cinco en la última legislatura, da que pensar. A ello hay que sumar los impuestos de matriculación, y las tasas en las zonas de estacionamiento regulado. Tasas que no son baratas precisamente.
Más de quinientos millones previstos por el Ayuntamiento en tasas y multas para 2008 es mucho, sobre todo si tenemos en cuenta que el transporte público como alternativa para los madrileños todavía deja mucho que desear.
Hay que reconocer los esfuerzos para ampliar y mejorar las líneas de Metro, pero son muchos miles de personas las que no disponen de este medio de transporte para sus desplazamientos, y se ven forzados a utilizar el coche, que, además de resultar más caro y más contaminante, tiene el riesgo de las multas.