El PSM "chanta la mui"

La orden es taxativa; ni una palabra sin pasar por el tamiz del secretario general del PSM, Tomás Gómez, o su jefa de gabinete de la alcaldía de Parla, Ana S. Varela, fiel seguidora, según parece, de los pasos de quien desde hace años controla con mano férrea las cosas de comunicación e imagen de Alberto Ruiz Gallardón, una inefable Marisa González que ha logrado formar parte de las crónicas sociales de los saraos a los que acompaña a su jefe.
Al más puro estilo de la celebérrima película de Brando “La Ley del silencio”, el jefe de filas del nuevo socialismo madrileño ha impuesto el mutismo a los dirigentes de su partido, literalmente atónicos, aunque sólo de puertas para adentro, ante las formas y el fondo que exhibe su flamante líder.
La prohibición de emitir opinión alguna, sobre todo a los chicos y chicas de la prensa, la lanzó Gómez en el último Comité regional del PSM, pero la vuelta de tuerca definitiva para imponer el obligado silencio a diputados regionales o concejales capitalinos quedaba rubricada la pasada semana, en que los medios de comunicación destaparon al nuevo “okupa” que habita en la Asamblea de Madrid, quien no es otro que el regidor parleño, que falto quizás de despachos ha decidido instalarse en uno de su grupo en la sede de Vallecas.
Un hecho sin precedentes, pero que desde luego permite a Gómez Franco tener bien sujetas las riendas y las palabras de sus diputados. Circunstancia que se repite en el Ayuntamiento de Madrid, aunque aquí el papel de “vigía” y censor recae en David Lucas, tarea nada fácil en un grupo en el que, según dicen, vuelan los cuchillos hacia la espalda de su flamante portavoz. Al pupilo de Miguel Sebastián le buscan las vueltas desde la incombustible Isabel Vilallonga, el omnipresente Pedro Zerolo, el desaparecido Oscar Iglesias (el enfado de este edil, que soñaba con liderar el grupo socialista capitalino, es de órdago a la grande) y un Manuel García Hierro al que será difícil volver a escuchar la voz en los próximos meses, tras criticar duramente la propuesta de Gómez de suprimir el Impuesto de Patrimonio. Propuesta respaldada ahora por Miguel Sebastián (nuevo cable de La Moncloa). Un clima de contestación interna (tanta como la que comienza a haber contra Gómez Franco), en el que Lucas batalla por dibujarse como alternativa a Gallardón.
Pero con o sin oposición visible, el líder del PSM prefiere que todos “chanten la mui”, lo que no evitará a buen seguro que se siga conociendo lo que se cocina en el socialismo madrileño, eso sí, en lugar de nombres y apellidos las próximas noticias irán acompañadas de un lacónico “fuentes socialistas aseguran”.